Bulgaria
es un país de la Europa
del Este.
Se encuentra en una encrucijada de culturas, como cabe esperar del
hecho de contar con fronteras con cinco países diferentes: Turquía,
Grecia, República de Macedonia, Serbia y Rumanía. Al Norte, su
frontera viene delimiatada por el Danubio, y al Este, por el Mar
Negro. Esta posición geográfica la ha colocado en el centro de las
numerosas disputas fronterizas típicas de los Balcanes a lo largo de
su historia, y la sitúa además en el punto de contacto entre Europa
y Asia, especialmente con Turquía.
Aunque
es conocida por su reciente pasado comunista o por su bajo nivel de
desarrollo en comparación con Europa, en realidad es un país que
tiene mucho que ofrecer en términos de su historia, gastronomía y
naturaleza. Por otro lado, sus constantes esfuerzos de modernización
y su reciente incorporación a la Unión Europea, hacen que en estos
momentos se pueda observar un país que cambia prácticamente día a
día, con enormes contrastes entre unas zonas y otras.
En
el Norte, continental europeo con inviernos duros, primaveras y
otoños lluviosos, y veranos algo menos lluviosos pero por lo general
soleados. En el Sur y en la costa, clima mediterráneo húmero con
inviernos, primaveras y otoños lluviosos, pero veranos cálidos y
soleados.
Dos
sistemas montañosos recorren el país de Oeste a Este, dejando en el
centro del mismo a la llanura Tracia. La cordillera balcánica, al
Norte, marca el límite con el valle del Danubio, cuya ribera derecha
queda en Bulgaria, estando la izquierda en Rumanía. Los montes
Rodopes, al Sur, y las montañas de Pirin, al Suroeste, ocupan las
zonas fronterizas con Grecia y con la República de Macedonia,
respectivamente.
El
idioma oficial es el Búlgaro, aunque en algunas zonas también se
pueden encontrar personas que emplean el turco. El búlgaro se
escribe empleando el alfabeto cirílico, una escritura la cual ellos
mismos están orgullosos de haber creado durante el siglo IX d.c. la
cual se usaría (y usa en la actualidad) también en otros idiomas
como el ruso y el serbocroata, éste último con algunas diferencias
importantes. Aunque en las ciudades más grandes los rótulos más
importantes en estaciones de tren, aeropuertos y principales vías de
circulación pueden aparecer con su transcripción al alfabeto latino
o incluso en inglés, no es lo usual. Resulta muy útil, por tanto,
aunque no se maneje el búlgaro en absoluto, al menos aprender las
principales letras y fonemas.
La
cocina búlgara tiene muchos parecidos con la turca y la griega.
Existen multitud de restaurantes en todas las ciudades y hasta el
pueblo más pequeño tendrá una mehana o taberna en la que degustar
platos típicos. Aunque los precios varían lógicamente en función
de la categoría de restaurante, una cena para cuatro personas, con
botella de vino, ensaladas, segundo plato de carne y postre puede
costar unos 50 - 60 leva en una mehana. En las grandes ciudades suele
haber una versión de la carta (listata)
en inglés, aunque en otros lugares es probable tener que lidiar con
una carta en cirílico.
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