¿QUÉ ES?
La enfermedad de Crohn
es una enfermedad crónica que pertenece junto con la colitis ulcerosa al grupo
de enfermedades inflamatorias intestinales, la cual puede afectar cualquier
parte del tracto digestivo desde la boca hasta el ano, más comúnmente afecta la
porción más baja del intestino delgado (íleon) o el intestino grueso (colon y
recto). Esta puede tener varios períodos de actividad o brotes durante la vida,
aunque algunas personas tienen períodos prolongados de remisión, a veces durante
años, en los que no presentan síntomas.
¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?
Debido a que la
enfermedad de Crohn es capaz de afectar cualquier parte del intestino, se
presentan diferentes síntomas entre un paciente y otro. Entre los síntomas
comunes se incluyen cólicos, dolor abdominal, diarrea, fiebre, pérdida de peso
e hinchazón. Otros síntomas pueden incluir lesiones de la piel, abscesos
rectales, fisuras y dolor de articulaciones.
Puede afectar a
personas de cualquier edad, pero la mayoría de los pacientes son adultos
jóvenes entre los 16 y los 40 años. Un 20 por ciento de las personas que
padecen la enfermedad de Crohn tienen un pariente, un hermano o hermana que
padece esta enfermedad, por lo que puede tener una parte genética.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS Y SU TRATAMIENTO?
Se desconoce la causa
exacta. Sin embargo, las teorías actuales se concentran en una causa
inmunológica (el sistema de defensa del cuerpo) o en una causa bacterial. La
enfermedad de Crohn no es contagiosa, pero tiene una ligera tendencia genética.
Generalmente, esta
enfermedad se trata con medicamentos, puesto que no se conoce una cura para
ella; sin embargo, la terapia médica con uno o más fármacos proporciona un
medio para tratar la enfermedad en períodos de actividad y aliviar los
síntomas. Los fármacos que se recetan más comúnmente son corticoesteroides,
como prednisona y metilprednisolona y varios agentes antiinflamatorios. Otros
fármacos usados en ocasiones incluyen 6-mercaptopurina y azatioprina, que son
inmunodepresores.
En los casos más
avanzados o complicados de la enfermedad, puede ser necesaria una intervención
en quirófano. La cirugía de emergencia es necesaria a veces cuando se presentan
complicaciones, tales como una perforación del intestino, obstrucción del
intestino o hemorragia considerable. Otras señales menos urgentes de la
necesidad de cirugía pueden incluir la formación de abscesos, fístulas
(comunicaciones anormales del intestino), enfermedad anal grave o persistencia
de la enfermedad a pesar del tratamiento adecuado con fármacos.
No todos los pacientes
que tienen estas u otras complicaciones necesitan cirugía. La consulta con el
gastroenterólogo y el cirujano de colon y recto ayuda a tomar una mejor
decisión, aunque es cierto que el tratamiento inicial de preferencia es la
terapia médica, es importante señalar que hasta el 75 por ciento de los
pacientes con enfermedad de Crohn requieren cirujía.
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