¿QUÉ ES?
La enfermedad poliquística renal es
una enfermedad genética de los riñones; es decir, un trastorno renal que se
transmite de padres a hijos. Ocurre en los seres humanos y otros animales. Se
caracteriza por la presencia de múltiples quistes en ambos riñones, lo que
aumenta su tamaño. La enfermedad también puede dañar al hígado, páncreas y
raramente al corazón y el cerebro.
Esta es la enfermedad renal
hereditaria más frecuente, con una prevalencia que se estima entre 1:400 y
1:1.000, y es la tercera causa de insuficiencia renal. Es una enfermedad que
ocurre en todo el mundo y que afecta a todas las razas por igual.
CAUSAS
La enfermedad poliquística renal
tiene origen genético. Es una enfermedad autosómica dominante, lo que significa
que si uno de tus padres tiene riñones poliquísticos, la posibilidad de tenerla
es de un 50%.
La enfermedad poliquística renal
causada por la mutación en PKD2 es más débil y con progresión más lenta. Estos
pacientes terminan necesitando de diálisis después de los 70 años de edad.
Muchos mueren por otras enfermedades sin haber sido informados inclusive que
tenían una enfermedad renal.
En la actualidad, cerca de un 5% de
los pacientes hacen hemodiálisis debido a la insuficiencia renal crónica
causada por la enfermedad poliquística renal.
SÍNTOMAS
La enfermedad poliquística renal
generalmente progresa silenciosamente durante décadas, causando síntomas
solamente en etapas avanzadas. Los quistes en sí mismos no causan síntomas
hasta que estén bastante grandes, cuando eventualmente poden causar dolor o se
rompen.
La mayoría de la gente descubre la
enfermedad por casualidad en pruebas, como la ecografía abdominal, que pueden
identificar fácilmente la existencia de múltiples quistes en los riñones.
Los dos síntomas más comunes de los
riñones poliquísticos son el dolor lumbar y sangrado en la orina, que se
presentan en aproximadamente 50% de los casos.
La enfermedad poliquística del
riñón también puede causar: hipertensión arterial, cálculo renal, pérdida de
proteína en la orina, insuficiencia renal crónica, infección urinaria y
aneurisma cerebral.
TRATAMIENTO
Desafortunadamente, todavía no hay
cura ni tratamiento eficaz contra la enfermedad. Lo que se hace es tratar de
frenar el crecimiento de quistes y la evolución para la insuficiencia renal
terminal. El paso más importante es el control de la presión arterial. Cuanto
mayor es la presión, más rápido se desarrolla la enfermedad.
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