¿QUÉ ES?
La sarcoidosis es una enfermedad
que provoca inflamación, por lo general en sus pulmones, piel y ganglios
linfáticos. Comienza como diminutos bultos similares a los granos llamados
granulomas. La sarcoidosis puede afectar a cualquier órgano del cuerpo.
SÍNTOMAS
Sus manifestaciones clínicas suelen
aparecer entre los 20 y los 40 años y puede afectar a cualquier órgano, siendo
los pulmones, los ganglios linfáticos y la piel los más dañados. En el caso de
la afectación de pulmón, los pacientes tienen síntomas como tos, dolor u
opresión torácica. La piel está afectada hasta en un 20% de los casos, siendo
frecuente como manifestación inicial y forma clínica más habitual es el eritema
nodoso (lesión oscura dolorosa en superficies extensoras), seguido de las placas
y los nódulos.
Las manifestaciones oculares (sobre
todo la parte anterior del ojo) se presentan en un 20% de los casos. En cuanto
al aparato locomotor, es frecuente la afectación de las articulaciones de
mediano tamaño con especial predilección por los tobillos, aunque también se
ven involucradas las muñecas, los hombros y las rodillas.
Estos síntomas varían según los
órganos que estén afectados. En ocasiones, la sarcoidosis se presenta
gradualmente y produce síntomas que duran por años. Otras veces, los síntomas
aparecen de manera repentina y desaparecen igual de rápido. Hay muchas personas
con sarcoidosis que no tienen síntomas, por lo que es posible que la enfermedad
se descubra cuando te realices una radiografía de tórax por alguna otra razón.
CAUSAS
Los médicos no saben exactamente
qué causa la sarcoidosis. Algunas personas parecen tener una predisposición
genética a desarrollar la enfermedad, que puede ser desencadenada por una
bacteria, un virus o por sustancias químicas.
Esto provoca una reacción exagerada
del sistema inmunitario, y las células inmunitarias comienzan a reunirse en un
patrón de inflamación denominado «granuloma». A medida que los granulomas se
acumulan en un órgano, la función del órgano puede verse afectada.
DIAGNÓSTICO
Respecto a su diagnóstico, hasta en
un 50% de los casos se puede descubrir de forma casual por hallazgos
clínicos-radiográficos y la posterior demostración por biopsia de granuloma
caseificantes con cultivos negativos para microbacterias u hongos.
TRATAMIENTO
No hay cura para la sarcoidosis,
pero en la mitad de los casos desaparece por sí sola. Es posible que ni
siquiera necesites tratamiento si no tienes signos o síntomas significativos de
esta enfermedad, pero te deben controlar con radiografías de pecho regulares y
exámenes de los ojos, la piel y cualquier otro órgano involucrado.
Si los síntomas son graves o si la
función del órgano se ve amenazada, probablemente, seas tratado con
medicamentos, como corticoesteroides y medicamentos que bloquean el sistema inmunitario.
También se puede considerar el
trasplante de órgano si la sarcoidosis daña gravemente los pulmones, el corazón
o el hígado.
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