¿QUÉ ES?
La
neuralgia del trigémino es un trastorno de dolor crónico que afecta el nervio
trigémino, que transmite las sensaciones del rostro al cerebro. Si tienes
neuralgia del trigémino, incluso una estimulación leve del rostro, como al
lavarte los dientes o al maquillarte, puede desencadenar un dolor repentino
insoportable.
Al
principio, es probable que tengas ataques leves y breves. Pero la neuralgia del
trigémino puede progresar y causar episodios de dolor agudo más prolongados y
frecuentes. La neuralgia del trigémino afecta a las mujeres con mayor
frecuencia que a los hombres, y es más probable que se produzca en las personas
mayores de 50 años.
Debido
a la variedad de opciones de tratamiento disponibles, tener neuralgia del
trigémino no necesariamente significa que estarás condenado a una vida de
dolor. En general, los médicos pueden controlar la neuralgia del trigémino de
manera eficaz con medicamentos, inyecciones o cirugía.
CAUSAS
En
la neuralgia del trigémino, también llamada «tic doloroso», la función del
nervio trigémino está alterada. El problema suele ser el contacto entre un vaso
sanguíneo normal (en este caso, una arteria o una vena) y el nervio trigémino
ubicado en la base del cerebro. Este contacto ejerce presión sobre el nervio y
provoca un mal funcionamiento.
La
neuralgia del trigémino puede producirse como resultado del envejecimiento, o
puede guardar relación con la esclerosis múltiple o con un trastorno similar
que dañe la vaina de mielina que protege ciertos nervios. La neuralgia del
trigémino también puede producirse por un tumor que comprime el nervio
trigémino.
Algunas
personas pueden tener neuralgia del trigémino a raíz de una lesión u otras
anormalidades cerebrales. En otros casos, las lesiones quirúrgicas, un
accidente cerebrovascular o un traumatismo facial pueden ser los responsables
de esta afección.
SÍNTOMAS
Se
caracteriza por un dolor facial súbito e intenso, semejante a un shock
eléctrico, y es considerado uno de los dolores más fuertes e intensos del mundo
conocidos por la medicina, llegando a afectar psicológicamente al paciente y
sumiéndolo en graves episodios de depresión.
El dolor puede
durar desde unos segundos hasta minutos con sensación de calambrazos punzantes
alrededor del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara, afectando por lo
general a un solo lado de la cara.
Los
episodios dolorosos se pueden desencadenar por actividades cotidianas como
cepillarse los dientes, masticar, beber, afeitarse o lavarse la cara, al
producirse un estímulo sensorial en la zona del nervio trigémino. Es frecuente
que inicialmente se confunda con un problema dental.
El dolor
puede producirse en uno u otro lado de la cara pero sólo entre el 1% y el 5% de
los casos afecta a ambos lados a la vez y raramente se produce si se está
durmiendo.
Los
síntomas en forma de ataques pueden repetirse varias veces a lo largo del día y
persistir durante semanas. También pueden desaparecer durante meses o años y
volver a aparecer sin causa aparente. En los días previos a que comience un
episodio, algunos pacientes pueden notar una sensación de cosquilleo o
entumecimiento constante.
Con el
tiempo, los períodos de remisión tienden a acortarse y los ataques de dolor a
menudo se hacen más constantes lo que lleva a algunas personas a evitar
realizar ciertas actividades diarias y descuidar la alimentación o la higiene.
Se
considera neuralgia del trigémino Tipo 1 si el dolor que se siente es
principalmente agudo e intermitente (en forma de shock) y Tipo 2 si el dolor es
constante y persistente más del 50% del tiempo.
TRATAMIENTO
El tratamiento
de la neuralgia del trigémino está enfocado a eliminar el dolor mediante
métodos farmacológicos o quirúrgicos.
Los analgésicos convencionales no
suelen ser útiles para controlar el dolor facial y se tiene que recurrir a
fármacos para el tratamiento de la epilepsia que bloquean la excitabilidad
nerviosa reduciendo el dolor y la frecuencia de las descargas de dolor.
También se pueden asociar ciertos
antidepresivos según las características del dolor y susceptibilidad individual
de cada persona.
Los fármacos se deben iniciar a
dosis bajas que se irán aumentando gradualmente hasta conseguir el mejor
control del dolor con los mínimos efectos secundarios.
La cirugía va enfocada a aliviar la
presión sobre el nervio trigémino y se reserva para los casos que no responden
satisfactoriamente a los fármacos o cuando los efectos secundarios de la
medicación son severos.
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